El control de plagas es una actividad esencial para garantizar la calidad, la seguridad y la salud de los productos y las personas que intervienen en la cadena logística y de transporte. Las plagas son organismos que pueden causar daños económicos, ambientales o sanitarios al infestar o contaminar las mercancías, los almacenes, los vehículos o las instalaciones. Algunas de las plagas más comunes en este sector son las cucarachas, los roedores, los insectos voladores, los gorgojos, los escarabajos y las hormigas.
El control de plagas en la industria logística y de transporte implica la aplicación de medidas preventivas y correctivas para evitar o reducir la presencia y el impacto de las plagas. Estas medidas deben basarse en los principios del manejo integrado de plagas (MIP), que consiste en la combinación de técnicas biológicas, químicas, físicas y agrícolas para producir cultivos sanos y minimizar el uso de plaguicidas. El MIP también tiene en cuenta las consideraciones económicas, ambientales y sociales del control de plagas.
El control de plagas en la industria logística y de transporte
Tiene varios beneficios, tales como:
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con capacidad epidémica, especialmente después de periodos de lluvias intensas, causada por la bacteria Leptospira interrogans.
Leptospira interrogans es una espiroqueta Gram negativa perteneciente a la familia Leptospiraceae. Esta posee una forma helicoidal alargada con los extremos abiertos en forma de gancho y un tamaño aproximado de 6-20 x 0,1 micras (µm). Es un organismo aerobio estricto, con un crecimiento lento, y su movilidad es posible gracias a los flagelos periplásmicos que posee.
Existen diferentes especies de Leptospira, no todas son patógenas. La clasificación serológica, ampliamente utilizada, ha descrito alrededor de 300 serovares distribuidos en 25 serogrupos. No hay una relación perfecta entre la clasificación molecular y la serológica ya que hay serovares que pertenecen a varias especies y especies con diferentes serovares. Las serovariedades patógenas más importantes son Icterohaemorrhagiae, Canicola, Pomona, Grippotyphosa, Hardjo, Autumnalis, Hebdomadis, Copenhageni, Bataviae, Javanica y Australis.
Proteger la calidad e inocuidad de los productos alimentarios, piensos y fibras, evitando la pérdida o el deterioro por acción de las plagas.
Preservar la salud de los trabajadores y los consumidores, previniendo la transmisión de enfermedades o alergias por contacto o ingestión de productos contaminados por las plagas.
Cumplir con las normativas legales y los requisitos de los clientes, obteniendo certificaciones o acreditaciones que demuestren el cumplimiento de los estándares de control de plagas.
Mejorar la imagen y la reputación de la empresa, mostrando un compromiso con la calidad, la seguridad y el medio ambiente.
Reducir los costes operativos, disminuyendo el uso de plaguicidas y el riesgo de sanciones o reclamaciones por problemas derivados de las plagas.
En este artículo se analizarán los principales aspectos del control de plagas en la industria logística y de transporte, así como las mejores prácticas y recomendaciones para su implementación.
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con capacidad epidémica, especialmente después de periodos de lluvias intensas, causada por la bacteria Leptospira interrogans.
Leptospira interrogans es una espiroqueta Gram negativa perteneciente a la familia Leptospiraceae. Esta posee una forma helicoidal alargada con los extremos abiertos en forma de gancho y un tamaño aproximado de 6-20 x 0,1 micras (µm). Es un organismo aerobio estricto, con un crecimiento lento, y su movilidad es posible gracias a los flagelos periplásmicos que posee.
Existen diferentes especies de Leptospira, no todas son patógenas. La clasificación serológica, ampliamente utilizada, ha descrito alrededor de 300 serovares distribuidos en 25 serogrupos. No hay una relación perfecta entre la clasificación molecular y la serológica ya que hay serovares que pertenecen a varias especies y especies con diferentes serovares. Las serovariedades patógenas más importantes son Icterohaemorrhagiae, Canicola, Pomona, Grippotyphosa, Hardjo, Autumnalis, Hebdomadis, Copenhageni, Bataviae, Javanica y Australis.
Como se ha mencionado, el control de plagas en la industria logística y de transporte es fundamental para evitar los riesgos sanitarios, económicos y legales que suponen las infestaciones de organismos nocivos. Sin embargo, ¿cuáles son las plagas más comunes que afectan a este sector? A continuación, se describen algunas de las más frecuentes y sus características:
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con capacidad epidémica, especialmente después de periodos de lluvias intensas, causada por la bacteria Leptospira interrogans.
Leptospira interrogans es una espiroqueta Gram negativa perteneciente a la familia Leptospiraceae. Esta posee una forma helicoidal alargada con los extremos abiertos en forma de gancho y un tamaño aproximado de 6-20 x 0,1 micras (µm). Es un organismo aerobio estricto, con un crecimiento lento, y su movilidad es posible gracias a los flagelos periplásmicos que posee.
Existen diferentes especies de Leptospira, no todas son patógenas. La clasificación serológica, ampliamente utilizada, ha descrito alrededor de 300 serovares distribuidos en 25 serogrupos. No hay una relación perfecta entre la clasificación molecular y la serológica ya que hay serovares que pertenecen a varias especies y especies con diferentes serovares. Las serovariedades patógenas más importantes son Icterohaemorrhagiae, Canicola, Pomona, Grippotyphosa, Hardjo, Autumnalis, Hebdomadis, Copenhageni, Bataviae, Javanica y Australis.
ROEDORES
Los roedores son mamíferos que se caracterizan por tener incisivos continuamente crecientes que les permiten roer diversos materiales. Entre los roedores más habituales en la industria logística y de transporte se encuentran las ratas y los ratones, que pueden infestar las mercancías, los almacenes, los vehículos y las instalaciones. Los roedores son portadores de numerosas enfermedades que pueden transmitir a través de sus mordeduras, sus excrementos, su orina o su saliva. Algunas de estas enfermedades son la leptospirosis, la salmonelosis, la peste, el hantavirus o la rabia. Además, los roedores pueden causar daños materiales al roer cables, maderas, plásticos o textiles.
CUCARACHAS
Las cucarachas son insectos que pertenecen al orden Blattodea y que se caracterizan por tener un cuerpo aplanado, antenas largas y alas membranosas. Entre las cucarachas más comunes en la industria logística y de transporte se encuentran la cucaracha alemana (Blattella germanica), la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la cucaracha oriental (Blatta orientalis), que pueden infestar los productos alimenticios, los embalajes, los contenedores o las instalaciones. Las cucarachas son vectores de numerosas enfermedades que pueden transmitir a través de sus patas, sus heces, su saliva o su regurgitación. Algunas de estas enfermedades son la disentería, la gastroenteritis, la escherichia coli o la shigelosis. Además, las cucarachas pueden provocar alergias o asma por sus restos cuticulares o sus excrementos.
INSECTOS VOLADORES
Los insectos voladores son aquellos que poseen alas que les permiten desplazarse por el aire. Entre los insectos voladores más comunes en la industria logística y de transporte se encuentran las moscas, los mosquitos, las avispas o las polillas, que pueden infestar los productos perecederos, los textiles, los granos o las instalaciones. Los insectos voladores son vectores de numerosas enfermedades que pueden transmitir a través de sus picaduras, sus deposiciones o su contacto. Algunas de estas enfermedades son el dengue, el zika, la malaria o la fiebre amarilla5. Además, los insectos voladores pueden causar molestias o reacciones alérgicas por sus picaduras o su presencia.
INSECTOS RASTREROS
Los insectos rastreros son aquellos que no poseen alas o que no las utilizan para volar. Entre los insectos rastreros más comunes en la industria logística y de transporte se encuentran las hormigas, los ácaros, los escarabajos o los gorgojos, que pueden infestar los productos secos, los cereales, los piensos o las instalaciones. Los insectos rastreros son vectores de numerosas enfermedades que pueden transmitir a través de sus mordeduras, sus excrementos o su contacto. Algunas de estas enfermedades son la salmonelosis, la listeriosis, la tiña o la sarna. Además, los insectos rastreros pueden causar daños materiales al perforar o consumir los productos infestados.
Estas son algunas de las plagas más comunes en la industria logística y de transporte, pero no las únicas. Existen otras especies que pueden suponer un problema para este sector, como las aves, los murciélagos, las termitas o las chinches. Por ello, es importante contar con un servicio profesional de control de plagas que pueda identificar, prevenir y eliminar cualquier tipo de infestación.
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con capacidad epidémica, especialmente después de periodos de lluvias intensas, causada por la bacteria Leptospira interrogans.
Leptospira interrogans es una espiroqueta Gram negativa perteneciente a la familia Leptospiraceae. Esta posee una forma helicoidal alargada con los extremos abiertos en forma de gancho y un tamaño aproximado de 6-20 x 0,1 micras (µm). Es un organismo aerobio estricto, con un crecimiento lento, y su movilidad es posible gracias a los flagelos periplásmicos que posee.
Existen diferentes especies de Leptospira, no todas son patógenas. La clasificación serológica, ampliamente utilizada, ha descrito alrededor de 300 serovares distribuidos en 25 serogrupos. No hay una relación perfecta entre la clasificación molecular y la serológica ya que hay serovares que pertenecen a varias especies y especies con diferentes serovares. Las serovariedades patógenas más importantes son Icterohaemorrhagiae, Canicola, Pomona, Grippotyphosa, Hardjo, Autumnalis, Hebdomadis, Copenhageni, Bataviae, Javanica y Australis.
El control de plagas en la industria logística y de transporte requiere de un proceso sistemático y planificado que involucre a todos los actores de la cadena de suministro. Este proceso se basa en los principios del manejo integrado de plagas (MIP), que consiste en la combinación de técnicas biológicas, químicas, físicas y agrícolas para producir cultivos sanos y minimizar el uso de plaguicidas. El MIP también tiene en cuenta las consideraciones económicas, ambientales y sociales del control de plagas.
1. Identificación de las plagas potenciales
Se debe realizar un diagnóstico previo para determinar las especies de plagas que pueden afectar a los productos, los almacenes, los vehículos o las instalaciones. Para ello, se pueden utilizar métodos de observación directa, muestreo, trampas o análisis de laboratorio. Se debe tener en cuenta el tipo de producto, el origen, el destino, el modo de transporte y las condiciones ambientales.
2. Evaluación del nivel de riesgo
Se debe estimar el grado de infestación o contaminación por las plagas identificadas y el impacto que pueden tener en la calidad, la seguridad y la salud de los productos y las personas. Para ello, se pueden utilizar criterios como el umbral económico de daño, el nivel de tolerancia o el nivel de acción. Se debe considerar también el marco legal y los requisitos de los clientes.
3. Selección de las medidas de control
Se debe elegir las técnicas más adecuadas para prevenir o reducir la presencia y el impacto de las plagas. Estas técnicas deben ser compatibles con el MIP y priorizar los métodos sostenibles, biológicos y físicos sobre los químicos. Algunos ejemplos de estas técnicas son:
• Medidas preventivas: Son aquellas que buscan evitar la entrada o el establecimiento de las plagas. Por ejemplo, el uso de variedades resistentes, la rotación o intercalación de cultivos, la limpieza e higiene de los almacenes y vehículos, la inspección y cuarentena de los productos, el uso de embalajes adecuados o la fumigación de contenedores.
• Medidas culturales: Son aquellas que modifican las condiciones del medio para dificultar el desarrollo o la reproducción de las plagas.
• Medidas biológicas: Son aquellas que utilizan organismos vivos o sus productos para combatir a las plagas. Por ejemplo, el uso de depredadores, parasitoides, patógenos o feromonas.
• Medidas físicas: Son aquellas que emplean medios mecánicos, térmicos, eléctricos o lumínicos para eliminar o repeler a las plagas. Por ejemplo, el uso de trampas, barreras, redes, aspiradoras, calor, frío, microondas o luz ultravioleta.
• Medidas químicas: Son aquellas que utilizan sustancias tóxicas para matar o inhibir a las plagas. Por ejemplo, el uso de insecticidas, rodenticidas, fungicidas o herbicidas. Estas medidas deben ser usadas solo cuando no existan otras alternativas eficaces y siguiendo las normas de seguridad y etiquetado.
4. Implementación y seguimiento de las medidas de control
Se debe aplicar las medidas seleccionadas siguiendo un plan establecido y supervisando su eficacia y sus efectos secundarios. Para ello, se deben utilizar herramientas como registros, informes, auditorías o indicadores. Se debe evaluar también el costo-beneficio y el impacto ambiental y social de las medidas.
5. Revisión y mejora continua del proceso
Se debe revisar periódicamente el proceso para detectar posibles fallos o áreas de mejora. Para ello, se deben utilizar herramientas como análisis estadísticos, encuestas o sistemas de gestión de calidad2. Se debe incorporar también las innovaciones tecnológicas o las nuevas regulaciones que puedan mejorar el control de plagas.
RIZOBACTER, LA ELECCIÓN PERFECTA PARA EL CONTROL DE PLAGAS EN LA INDUSTRIA LOGÍSTICA Y DE TRANSPORTE
Como se ha visto, el control de plagas en la industria logística y de transporte es un aspecto clave para garantizar la calidad, la seguridad y la salud de los productos y las personas que intervienen en la cadena de suministro. Sin embargo, no basta con aplicar medidas aisladas o improvisadas, sino que se requiere de un proceso sistemático y planificado que involucre a todos los actores de la cadena y que se base en los principios del manejo integrado de plagas (MIP).
Para ello, es necesario contar con una empresa profesional y especializada que pueda ofrecer un servicio integral y personalizado de control de plagas, adaptado a las necesidades y características de cada cliente. Una empresa que tenga experiencia, capacidad técnica, responsabilidad ambiental y social, y que cumpla con las normativas legales y los requisitos de los clientes.
Esa empresa es Rizobacter, una empresa ecuatoriana dedicada a la prestación de servicios de control de plagas y asesoría en inocuidad, apoyada por un departamento técnico con gran capacidad para la resolución de problemas, utilizando técnicas de alta calidad y que no afecten al medio ambiente.
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con capacidad epidémica, especialmente después de periodos de lluvias intensas, causada por la bacteria Leptospira interrogans.
Leptospira interrogans es una espiroqueta Gram negativa perteneciente a la familia Leptospiraceae. Esta posee una forma helicoidal alargada con los extremos abiertos en forma de gancho y un tamaño aproximado de 6-20 x 0,1 micras (µm). Es un organismo aerobio estricto, con un crecimiento lento, y su movilidad es posible gracias a los flagelos periplásmicos que posee.
Existen diferentes especies de Leptospira, no todas son patógenas. La clasificación serológica, ampliamente utilizada, ha descrito alrededor de 300 serovares distribuidos en 25 serogrupos. No hay una relación perfecta entre la clasificación molecular y la serológica ya que hay serovares que pertenecen a varias especies y especies con diferentes serovares. Las serovariedades patógenas más importantes son Icterohaemorrhagiae, Canicola, Pomona, Grippotyphosa, Hardjo, Autumnalis, Hebdomadis, Copenhageni, Bataviae, Javanica y Australis.
Rizobacter es la elección perfecta para el control de plagas en la industria logística y de transporte porque:
Tiene años de experiencia en el mercado ecuatoriano, atendiendo a clientes de diversos sectores como alimentación, cosmética, farmacia, textil o transporte.
Ofrece una cobertura nacional, con servicio a todo el Ecuador.
Cuenta con personal capacitado y certificado en el manejo de plagas, que brinda una asesoría profesional y personalizada a cada cliente.
Minimiza el uso de productos químicos prefiriendo productos biodegradables y ecológicos, que no dañan el medio ambiente ni la salud humana.
Dispone de un sistema de gestión ambiental, que le permite minimizar el impacto de sus actividades en el entorno.
Cumple con las normas nacionales e internacionales de calidad, seguridad e inocuidad, obteniendo certificaciones o acreditaciones que demuestran su compromiso con el control de plagas.
Ofrece precios competitivos y garantía de satisfacción a sus clientes.