El almacenamiento de granos en silos representa una de las fases más críticas en la cadena agroalimentaria. En este espacio, el grano queda expuesto a factores ambientales y biológicos que, de no ser gestionados correctamente, pueden traducirse en pérdidas económicas considerables y en riesgos de inocuidad alimentaria. Entre los principales desafíos se encuentran las plagas, organismos que encuentran en los silos condiciones ideales para reproducirse y extenderse rápidamente.
La problemática no es menor: organismos internacionales han estimado que las pérdidas por insectos-plaga en granos almacenados pueden superar el 10 % a nivel mundial, mientras que en regiones tropicales las cifras llegan hasta un 30 % o más. Estos números reflejan no solo la pérdida de volumen, sino también la merma en calidad, la reducción en la capacidad germinativa de los granos y la aparición de contaminantes biológicos que comprometen la seguridad del consumidor.
En este contexto, resulta fundamental comprender por qué los silos son tan vulnerables, cuáles son las plagas más comunes y qué estrategias deben implementarse para proteger los granos. Desde la gestión integral de plagas hasta las soluciones específicas como monitoreo, control químico y biológico, cada acción preventiva contribuye a garantizar la calidad y la seguridad de los alimentos almacenados.
¿Por qué los silos son vulnerables a las plagas?
Condiciones ambientales favorables
Los silos constituyen ambientes cerrados donde la temperatura y la humedad relativa se convierten en factores determinantes para la proliferación de plagas. Muchas especies de insectos alcanzan su máximo potencial reproductivo entre los 25 y 35 °C y con humedades superiores al 12 %. Estas condiciones, sumadas a la disponibilidad de alimento en abundancia, convierten al silo en un espacio atractivo para colonias enteras.
Acumulación de granos y residuos
El acopio prolongado de granos genera polvo, polvillo y residuos que sirven de refugio y alimento adicional para plagas secundarias. Cuando no se realiza una limpieza adecuada de las instalaciones, estos restos permiten que nuevas infestaciones se desarrollen incluso después de haber aplicado tratamientos de control.
Insectos (gorgojos, polillas, escarabajos)
Entre los insectos más dañinos se destacan el gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais), el gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae) y el barrenador grande del grano (Prostephanus truncatus), plagas primarias capaces de atacar granos sanos y generar pérdidas de hasta un 90 % en regiones tropicales. Otras especies, como el gorgojo de la harina (Tribolium castaneum) y la polilla bandeada (Plodia interpunctella), son plagas secundarias que se multiplican en granos dañados y harinas, contribuyendo a una degradación acelerada.
Roedores (ratas y ratones)
Los roedores no solo consumen grandes volúmenes de grano, sino que además contaminan con heces, orina y pelos. Su presencia está directamente relacionada con riesgos de enfermedades zoonóticas y con pérdidas económicas asociadas a la destrucción de envases y estructuras.
Aves y otras especies invasoras
En ocasiones, aves pequeñas o murciélagos logran acceder a los silos y contribuir a la contaminación cruzada. Aunque su incidencia es menor frente a insectos y roedores, representan un riesgo que no debe subestimarse.
Riesgos de las plagas en la inocuidad de los alimentos
Contaminación cruzada
La actividad metabólica de los insectos eleva la temperatura y la humedad interna del silo, creando condiciones favorables para el desarrollo de hongos y micotoxinas. Estas toxinas representan un riesgo directo para la salud del consumidor y pueden ocasionar rechazos en mercados internacionales.
Pérdida económica y de calidad
Además de la reducción de peso en el grano, la infestación conlleva pérdida de valor nutritivo, rancidez, mal olor y baja aceptación comercial. Para los productores, esto significa no solo una merma económica directa, sino también la posibilidad de sanciones o pérdidas de contratos de exportación.

Estrategias de control y prevención en silos
Monitoreo y diagnóstico preventivo
La implementación de sistemas de monitoreo continuo permite detectar poblaciones de plagas antes de que alcancen umbrales económicos. Entre las herramientas más eficaces se incluyen trampas con feromonas, atrayentes alimenticios y sensores de temperatura y humedad.
Tratamientos químicos y biológicos
El uso de fumigantes como la fosfina sigue siendo uno de los métodos más efectivos para eliminar infestaciones completas, siempre bajo estrictos protocolos de seguridad. A su vez, alternativas biológicas como hongos entomopatógenos (Metarhizium anisopliae) o nemátodos (Steinernema riobrave) han demostrado eficacia sostenida en la reducción de insectos en granos almacenados.
Limpieza y mantenimiento integral
Una práctica esencial es la limpieza profunda de los silos antes de cada nuevo ciclo de almacenamiento. Retirar polvo, residuos y restos de cosechas anteriores disminuye la probabilidad de reinfestación. Complementariamente, el sellado de grietas y la inspección estructural evitan el ingreso de roedores y aves.
La importancia de la gestión integral de plagas
Implementación de programas personalizados
Cada instalación requiere un plan diseñado a la medida, considerando las condiciones ambientales locales, los tipos de grano almacenados y los antecedentes de infestaciones. Los programas de Gestión Integral de Plagas (GIP) permiten combinar medidas preventivas, biológicas y químicas con criterios de inocuidad alimentaria.
Capacitación y buenas prácticas
El factor humano es clave en la prevención. Capacitar al personal encargado de silos en detección temprana, limpieza y manejo adecuado de plaguicidas asegura que las estrategias de control sean sostenibles en el tiempo.

En Ecuador, el manejo de plagas en silos exige experiencia técnica, cumplimiento normativo y una visión integral de la inocuidad alimentaria. En Rizobacter Ecuatoriana C. Ltda. hemos consolidado nuestro liderazgo como aliados estratégicos para las industrias agroalimentarias, ofreciendo:
- Programas de Gestión Integral de Plagas diseñados a la medida de cada cliente.
- Asesoría en inocuidad avalada por años de experiencia en sectores como alimentos, cosméticos y medicamentos.
- Capacitación continua que fortalece las competencias del personal encargado del manejo de silos.
- Inspecciones técnicas y evaluaciones que garantizan la detección temprana de riesgos.
- Compromiso con la salud del consumidor, asegurando que cada lote de grano conserve su calidad y cumpla con las exigencias del mercado.