Control de plagas en almacenes, granos o cadenas de frío
El control de plagas en almacenes, granos y cadenas de frío es una pieza clave en la seguridad alimentaria y en la rentabilidad de las empresas agroindustriales. Cada etapa de la cadena de suministro representa un desafío único: en los almacenes, las condiciones de temperatura y humedad favorecen la proliferación de insectos y roedores; en los silos, los granos almacenados se convierten en un ecosistema perfecto para plagas como gorgojos y polillas; mientras que en las cadenas de frío, la humedad y la condensación abren la puerta a la contaminación cruzada y al desarrollo de microorganismos.
De acuerdo con diversos estudios internacionales, las pérdidas ocasionadas por plagas en productos almacenados pueden superar el 10 % de la producción anual, y en regiones tropicales esa cifra puede ser mucho mayor. Estos daños no se limitan a la merma en cantidad; también comprometen la calidad, reducen la vida útil de los productos y generan incumplimientos frente a normativas de inocuidad que son obligatorias en mercados altamente exigentes.
En este escenario, las empresas deben adoptar un enfoque de gestión integral, donde las acciones preventivas, el monitoreo constante y la aplicación de técnicas físicas, químicas y biológicas trabajen en conjunto para reducir riesgos. No se trata únicamente de eliminar plagas cuando aparecen, sino de anticiparse a ellas y garantizar que los productos lleguen al consumidor final con la máxima seguridad y calidad.
Como especialistas en control de plagas, nosotros en Rizobacter entendemos la importancia de proteger cada eslabón de la cadena, desde el grano almacenado hasta los productos en frío listos para distribución. En este artículo explicaremos los principales riesgos, las plagas más comunes y las estrategias más eficaces para mantener las instalaciones seguras y libres de contaminantes.
Importancia del control de plagas en la cadena de suministro
Impacto en la inocuidad alimentaria
Las plagas representan un riesgo directo para la inocuidad. Insectos, roedores y aves son vectores de bacterias, hongos y otros patógenos capaces de comprometer la salud del consumidor. Una infestación en un lote de granos puede derivar en la presencia de micotoxinas, mientras que en productos refrigerados puede provocar contaminaciones que aceleran la descomposición. Mantener controladas las plagas no es solo una medida sanitaria, sino un requisito indispensable para la confianza del consumidor.
Riesgos económicos y pérdidas de producto
Los daños ocasionados por plagas incluyen pérdida de peso en granos, disminución del valor nutritivo, contaminación física y rechazo de lotes enteros en mercados internacionales. Estos efectos se traducen en pérdidas económicas millonarias que afectan a toda la cadena productiva. A nivel logístico, una infestación puede paralizar operaciones completas, retrasar exportaciones y afectar la imagen de la empresa.
Cumplimiento de normativas nacionales e internacionales
Los mercados actuales exigen certificaciones como HACCP, FSSC 22000 y normas específicas de exportación. El incumplimiento de estas regulaciones por contaminación de plagas puede resultar en sanciones, devoluciones de mercancía y pérdida de contratos. Implementar programas de control de plagas garantiza no solo la inocuidad, sino la competitividad en mercados globales.
Principales plagas en almacenes y granos
Insectos en granos almacenados (gorgojos, polillas, escarabajos)
En los almacenes y silos, los insectos representan el mayor desafío. El gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais), el gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae) y el barrenador del grano (Prostephanus truncatus) son considerados plagas primarias, capaces de perforar y consumir granos intactos. A ellos se suman especies secundarias como el gorgojo de la harina (Tribolium castaneum) y la polilla bandeada (Plodia interpunctella), que se alimentan de residuos y granos ya dañados, acelerando la degradación.
Roedores y su impacto en la contaminación cruzada
Las ratas y ratones no solo generan pérdidas de producto por consumo directo, sino que contaminan con orina, heces y pelos, afectando gravemente la inocuidad. Además, transmiten enfermedades zoonóticas que pueden impactar la salud pública y representar un grave riesgo para la reputación de la empresa.
Aves y otros invasores en instalaciones de almacenamiento
Aunque menos comunes que insectos y roedores, las aves y algunos mamíferos pequeños logran ingresar a instalaciones mal selladas. Su presencia genera contaminación física y microbiológica, además de daños a empaques y estructuras.

Desafíos en el control de plagas en cadenas de frío
Adaptación de plagas a bajas temperaturas
Aunque las cadenas de frío reducen la actividad metabólica de muchas plagas, algunas especies logran adaptarse y sobrevivir. Los insectos que permanecen en estado larvario y los roedores que buscan calor en motores de refrigeración son ejemplos claros.
Problemas de condensación y humedad
Las variaciones de temperatura en cámaras frías provocan condensación, lo que genera ambientes propicios para mohos y bacterias. Estas condiciones también facilitan el desarrollo de insectos resistentes a la humedad.
Contaminación cruzada en productos refrigerados
Los productos almacenados en frío suelen estar en contacto con empaques que pueden haber estado expuestos a plagas previamente. Esto genera un riesgo de contaminación cruzada, especialmente en frutas, vegetales y proteínas de alto consumo.
Estrategias de prevención y control efectivas
Monitoreo y detección temprana
Un sistema eficaz de control comienza con el monitoreo. El uso de trampas con feromonas, atrayentes alimenticios, cámaras y sensores permite detectar infestaciones incipientes antes de que se conviertan en un problema mayor.
Medidas físicas y de mantenimiento en instalaciones
La limpieza regular, el sellado de grietas, la correcta ventilación y el control de temperatura y humedad son medidas preventivas que reducen significativamente la presencia de plagas. En cadenas de frío, la calibración constante de equipos es esencial para evitar condensación.
Aplicación de control químico y biológico
Cuando la infestación supera los límites de control, es necesario aplicar tratamientos especializados. La fumigación con fosfina es uno de los métodos más eficaces en silos y almacenes, mientras que hongos entomopatógenos y nemátodos ofrecen alternativas biológicas sostenibles. La clave está en elegir la estrategia adecuada según el tipo de plaga y el producto almacenado.
La gestión integral de plagas como solución sostenible
Programas personalizados según el tipo de producto almacenado
Cada instalación es diferente, por lo que los programas deben adaptarse a factores como la ubicación geográfica, el producto, el tiempo de almacenamiento y los antecedentes de infestaciones.
Capacitación del personal y buenas prácticas operativas
El éxito de cualquier estrategia depende de la formación del personal. La correcta manipulación de equipos, el conocimiento de los puntos críticos y la capacidad de identificar señales tempranas de infestación son competencias fundamentales.
Innovación tecnológica en monitoreo y trazabilidad
La incorporación de sensores IoT, plataformas digitales de monitoreo y sistemas de trazabilidad permiten una gestión más eficiente, asegurando la respuesta rápida ante cualquier señal de riesgo.

En Rizobacter Ecuatoriana C. Ltda. hemos consolidado nuestra posición como líderes en el mercado del control de plagas gracias a un enfoque integral y a la experiencia de nuestro equipo técnico. Nuestro compromiso es proteger la inocuidad de los productos y garantizar la continuidad de las operaciones de nuestros clientes.
- Gestión Integral de Plagas (GIP): diseñamos programas adaptados a cada instalación, considerando las características del producto, el tipo de almacenamiento y las exigencias regulatorias.
- Asesoría en inocuidad: ofrecemos soluciones alineadas con normativas nacionales e internacionales, asegurando la competitividad en mercados de exportación.
- Tecnología y monitoreo avanzado: aplicamos métodos innovadores de detección y control, incluyendo biológicos, químicos y físicos, con un enfoque sostenible.
- Capacitación continua: formamos al personal de nuestros clientes para que adopten buenas prácticas y garanticen resultados duraderos.
- Excelencia en servicio: nuestro acompañamiento permanente y las inspecciones periódicas brindan seguridad, confianza y resultados medibles.