
En el sector industrial, y especialmente en la industria alimentaria, la implementación de un programa de control de plagas representa un pilar fundamental para garantizar la inocuidad, la continuidad operativa y el cumplimiento normativo. Las plagas no distinguen el tamaño de la empresa: tanto una planta de producción a gran escala como una bodega de almacenamiento se convierten en espacios vulnerables si no existen medidas preventivas y correctivas estructuradas.
Las consecuencias de una infestación van mucho más allá de los daños físicos en materias primas o productos terminados. Un solo foco de contaminación puede comprometer lotes completos, generar pérdidas económicas millonarias, provocar sanciones regulatorias e incluso ocasionar la pérdida de certificaciones internacionales como HACCP, FSSC 22000 o BRCGS. En mercados cada vez más exigentes, donde la inocuidad es un requisito indispensable para acceder a clientes globales, descuidar el manejo de plagas no es una opción.
En este escenario, el Manejo Integral de Plagas (MIP) se posiciona como el modelo más eficaz y sostenible. A diferencia de las acciones correctivas aisladas, el MIP integra prácticas de inspección, monitoreo, exclusión, saneamiento y aplicación controlada de métodos físicos, biológicos y químicos. Su objetivo no es solo eliminar plagas cuando ya están presentes, sino prevenir su aparición mediante la creación de entornos hostiles para ellas y seguros para la producción.
Guayaquil tiene dos estaciones climáticas, la lluviosa o de invierno (de enero a mayo) y la seca o de verano (de junio a diciembre). En invierno, la ciudad es calurosa y húmeda durante el día. En el verano, Guayaquil tiene días y noches frescos.
Existe una creencia popular no comprobada que la llegada de la época invernal o lluviosa comienza con un sismo o temblor. Aunque lo cierto es que estos hechos son coincidentes en muchos años.
Junto con el calor y las precipitaciones aparecen varias plagas en Guayaquil y el resto de la costa ecuatoriana.
Desde Rizobacter entendemos que cada instalación industrial requiere un plan diseñado a medida, que considere factores como el tipo de producto, las condiciones ambientales, los flujos de operación y los riesgos particulares de cada etapa de la cadena productiva. En este artículo, exploraremos qué implica un programa de control de plagas, por qué es vital en la industria alimentaria, cómo se implementa de forma integral y cuáles son las ventajas de confiar en especialistas con experiencia en soluciones sostenibles y certificadas.

Guayaquil tiene dos estaciones climáticas, la lluviosa o de invierno (de enero a mayo) y la seca o de verano (de junio a diciembre). En invierno, la ciudad es calurosa y húmeda durante el día. En el verano, Guayaquil tiene días y noches frescos.
Existe una creencia popular no comprobada que la llegada de la época invernal o lluviosa comienza con un sismo o temblor. Aunque lo cierto es que estos hechos son coincidentes en muchos años.
Junto con el calor y las precipitaciones aparecen varias plagas en Guayaquil y el resto de la costa ecuatoriana.
¿Qué es un programa de control de plagas?
Definición y objetivos principales
Un programa de control de plagas es un conjunto estructurado de procedimientos y medidas destinadas a prevenir, detectar, controlar y erradicar plagas en entornos industriales. Su objetivo central es proteger los productos, los procesos y la infraestructura, garantizando que los estándares de inocuidad y seguridad se cumplan en todo momento.
Diferencias entre control correctivo y control preventivo
El control correctivo actúa una vez que la infestación ya está presente, mientras que el control preventivo se centra en anticipar los riesgos y minimizar las condiciones que favorecen la proliferación de plagas. Un programa efectivo combina ambas dimensiones, pero prioriza la prevención como estrategia más rentable y sostenible.
Beneficios de un programa estructurado
- Disminución de pérdidas económicas por productos contaminados.
- Mayor confianza de clientes y entes reguladores.
- Cumplimiento de normativas nacionales e internacionales.
- Optimización de recursos mediante acciones planificadas.

Importancia del control de plagas en la industria alimentaria
Protección de la inocuidad y calidad de los productos
La inocuidad es la base de la competitividad en el sector. Plagas como insectos, roedores o aves no solo consumen y dañan productos, sino que introducen contaminantes físicos, químicos y biológicos que ponen en riesgo la salud del consumidor.
Impacto económico y continuidad operativa
Una infestación puede detener operaciones enteras. Desde paradas de línea para fumigación de emergencia hasta devoluciones de contenedores en mercados internacionales, las pérdidas superan ampliamente el costo de implementar un programa preventivo.
Normativas y certificaciones internacionales
Las certificaciones como HACCP, ISO 22000, FSSC 22000 o BRCGS exigen evidencia de un control riguroso de plagas. No cumplir con este requisito significa perder competitividad y acceso a mercados de exportación.
Principales plagas que afectan instalaciones industriales
Insectos rastreros y voladores en plantas de alimentos
Cucarachas, moscas y polillas son vectores frecuentes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Su presencia, incluso en bajas poblaciones, es inaceptable en instalaciones industriales.
Roedores y su capacidad de contaminar grandes volúmenes
Las ratas y ratones contaminan hasta 10 veces más alimento del que consumen. Sus excretas, orina y pelos comprometen lotes completos, además de ser transmisores de enfermedades zoonóticas.
Aves y otras especies invasoras en bodegas y fábricas
Las aves, principalmente palomas y gorriones, ingresan a instalaciones mal selladas. Sus excretas no solo contaminan, sino que generan corrosión en estructuras metálicas y equipos.
Algunos remedios caseros para áreas pequeñas exteriores con presencia de grillos pueden funcionar. Podría tratar con la siguiente receta:
- Remoje 1/2 taza de ajíes, polvo o salsa de ají en dos tazas de agua durante la noche.
- Cuele el líquido, y dilúyelo con dos tazas de agua.
- Agrega una gota de detergente líquido lavavajillas en la mezcla para que actúe como agente adherente.
- Usa este rociador insecticida en plantas o vegetales para mantener alejados a los grillos.
Estrategias clave en un programa de manejo integral de plagas (MIP)
Inspección y monitoreo sistemático
El monitoreo constante mediante trampas de feromonas, estaciones para roedores y sensores digitales permite identificar focos tempranos de infestación.
Medidas de exclusión y saneamiento ambiental
El sellado de grietas, el mantenimiento de puertas y ventanas, y la correcta gestión de residuos son prácticas que reducen la entrada y supervivencia de plagas.
Métodos de control físico, biológico y químico
- Físicos: barreras, trampas y sistemas de aspiración.
- Biológicos: feromonas disruptoras o controladores naturales.
- Químicos: aplicación dirigida de rodenticidas e insecticidas, siempre bajo protocolos seguros y certificados.
Fases de implementación de un programa de control de plagas
Diagnóstico inicial y evaluación de riesgos
Se inicia con un levantamiento técnico que identifica vulnerabilidades, historial de infestaciones y factores ambientales críticos.
Diseño del plan de acción personalizado
Cada instalación requiere un plan adaptado a sus procesos, flujos operativos y productos. El diseño considera frecuencia de inspecciones, puntos críticos de control y medidas de contingencia.
Seguimiento, registros y mejora continua
Un programa eficaz incluye la generación de reportes, trazabilidad de acciones y auditorías periódicas para garantizar la mejora continua.
La capacitación y el rol del personal en el éxito del programa
Sensibilización en higiene y bioseguridad
El personal debe comprender cómo su comportamiento influye en la prevención de plagas, desde la correcta manipulación de alimentos hasta el reporte de anomalías.
Procedimientos operativos estandarizados (POE)
La definición de protocolos claros asegura uniformidad en la aplicación de medidas de limpieza, desinfección y control.
Reporte y comunicación de hallazgos
La participación activa del personal en la identificación temprana de plagas fortalece el programa y permite respuestas rápidas y efectivas.
